En otoño bajan las temperaturas y con la llegada del frío podemos sentir cómo también descienden nuestras defensas, es la época del año en la que somos más propensos a pasar resfriados, catarros y gripes. Estos cambios de estación también afectan a nuestra salud bucodental, ya que aumentan las posibilidades de sufrir infecciones en la boca.
Por todas estas razones, estamos en el momento ideal para reforzar nuestro sistema inmunitario, y para ello cuidar la alimentación es también una forma fundamental de cuidar nuestra salud. Existen muchos alimentos que pueden compensar esta bajada de defensas y cuyas propiedades nos ayudan a cuidar nuestra boca:
- Frutos secos: nos aportan un alto contenido en proteínas, antioxidantes, fibra, minerales y vitaminas B, E y A. En especial las castañas tienen alto contenido en fósforo, muy beneficioso para fortalecer nuestros huesos y dientes.
- Legumbres: ayudan a que las encías y los labios sean más resistentes a las inclemencias del tiempo debido a la gran cantidad de vitamina B que contienen. Tienen también ácido fólico y minerales como potasio, magnesio, zinc, hierro y fósforo.
- Calabaza: indicada para la protección y prevención de cualquier tipo de infección en las encías, destaca por su alto contenido en vitamina C.
- Granada: sus antioxidantes ayudan a combatir la placa bacteriana.
- Manzana: aumenta la producción de saliva, que actúa como protector natural de los dientes.
- Té verde: sus propiedades antioxidantes reducen la formación de placa y caries por lo que es una de las mejores opciones para nuestra salud bucal.
También debemos tener en cuenta que los cambios de temperatura que se producen durante el otoño e invierno, pueden debilitar el esmalte dental y facilitar la aparición de manchas en la superficie de piezas dentales. Para prevenir estas afecciones siempre debemos prestar mucha atención al cepillado y a mantener una higiene dental completa.